Fue un placer asistir ayer como institución académica al 50º aniversario de los Premios Nacionales de la Real Academia de Gastronomía. Una gala excepcional, sin premios, que funcionó como homenaje a los profesionales del sector.
La ceremonia, celebrada en el Teatro Real y presentada por Juan Echanove, congregó a más de 800 personas de la Edad de Oro de la gastronomía española, con algunos de los mejores representantes de la cultura culinaria de varias generaciones, entre los que se encontraban cerca de 70 galardonados con el Premio Nacional de Gastronomía, además de jefes de sala, sumilleres, restauradores, productores, bodegueros, comunicadores, académicos, empresas e instituciones de toda España.
50 años de premios que han sido testigos de la transformación del panorama culinario español, reflejando la capacidad de nuestra gastronomía para adaptarse, reinventarse y sorprender al mundo.
“Hoy es momento de celebrar, pero también una oportunidad de reivindicarnos. La gastronomía, y todos los actores que participamos en ella somos una parte vital de nuestro país. Y lo somos, en muchísimos ámbitos. Está presente, de manera significativa, en multitud de actividades diarias, y crea vínculos entre personas, familias, comunidades y naciones. La gastronomía fomenta la convivencia y la solidaridad, ejerce un gran impacto en la salud y en el bienestar social y es una poderosa herramienta para la educación”, destacó Luis Suárez de Lezo, presidente de la Real Academia de Gastronomía.
La gala finalizó con la actuación del músico uruguayo Jorge Drexler, que puso el broche final interpretando el tema Todo se transforma. Este evento supone el punto de partida de una serie de actividades que se desarrollarán en los próximos meses, en diferentes ciudades de la geografía española, y que culminará con la entrega de los Premios Nacionales de 2025.